págª mantenida por Lorenzo Peña
Bagdad: tribuna para defender al pueblo de Mesopotamia
"Iraq sufre hoy un brutal proceso de intervención imperialista inédito en la Historia contemporánea, verdadero asedio a la usanza medieval con el que se ha pretendido rendir a una nación por hambre, enfermedad y violencia"
Centro de Documentación e Iniciativas Internacionales al-Amiriya, Madrid
Sobre los delitos de Genocidio, Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad cometidos por EEUU y sus aliados contra el pueblo de Iraq Septiembre de 2001Documentos:
El secreto oculto tras las sanciones: cómo EEUU destruyó intencionadamente el suministro de agua iraquí
Autor:Thomas J. Nagy (The Progressive)
Fecha: Septiembre 2001
La situación humanitaria en Iraq, el programa humanitario 'Petróleo por Alimentos' y los derechos humanos
Autora:Jutta Burghardt
Fecha: Julio 2001
Memorándum sobre la crisis humanitaria ocasionada por las sanciones impuestas a Iraq y la amenaza del uso de la fuerza contra este país por parte de EEUU
International Progress Organization
Fecha: Febrero 2002
Huellas de las manos de las víctimas del refugio al-Amiriya grabadas por el calor de la explosión en la pared. En este bárbaro ataque de la Fuerza Aérea de EEUU durante la Guerra del Golfo murieron 403 civiles, de ellos 142 menores de diez años
IRAQ sufre hoy un brutal proceso de intervención imperialista inédito en la Historia contemporánea, verdadero asedio a la usanza medieval con el que se ha pretendido rendir a una nación por hambre, enfermedad y violencia.DESDE agosto de 1990 Iraq está sometido a un régimen de sanciones económicas impuesto por el Consejo de Seguridad (CS) de Naciones Unidas (NNUU) que viola toda la normativa internacional sobre Derechos Humanos individuales y colectivos, al castigar indiscriminadamente y de manera generalizada a su población. Según evaluaciones fidedignas, el embargo contra Iraq ha causado la muerte a un millón y medio de personas, más de la mitad de ellas niños y niñas menores cinco años.DEMÁS, entre el 17 de enero y el 28 de febrero de 1991, Iraq fue arrasado por una intervención multinacional liderada por EEUU en la que se destruyó sistemáticamente y de manera premeditada la infraestructura civil y los medios de producción del país: en las 109.876 misiones de bombardeo (una cada 34 segundos) se atacaron, con un tonelaje de bombas que duplicó al de la guerra de Vietnam, 22.000 instalaciones civiles de todo tipo, desde puentes y presas hidrográficas a universidades y museos. Según el informe de NNUU de 15 de julio de 1991 S/22799, los daños civiles causados a Iraq por la coalición multinacional superaron los 22 mil millones de dólares. La guerra dejó además la mortífera herencia de 300 toneladas de residuos radiactivos de uranio empobrecido, que ya están afectando y afectarán durante generaciones muy gravemente a su población.TRAS la guerra, el embargo contra Iraq ha continuado hasta el día de hoy, al tiempo que se han sucedido nuevos ataques (el último, contra Bagdad, en febrero de 2001) y bombardeos prácticamente diarios en las llamadas "zonas de exclusión área", ilegalmente mantenidas por EEUU y Gran Bretaña al norte y sur del país. EEUU y Gran Bretaña pretenden perpetuar el embargo con medidas indefinidas de control tecnológico, financiero y comercial del país, imponiéndole además el pago de compensaciones de guerra arbitrarias superiores a 300 mil millones de dólares. El objetivo es anclar a Iraq durante décadas en el subdesarrollo, manteniendo a su población en la miseria y la mendicidad internacional por medio de fórmulas "humanitarias" tan perniciosas e ineficaces como el programa "petróleo por alimentos" (resolución 986 del CS) o las -ahora denominadas- "sanciones inteligentes".URANTE la agresión contra Iraq de 1991 se produjeron varias matanzas de civiles, como el ataque contra el mercado de Faluja, perpetrado por la avión británica el 17 de febrero, y que causó la muerte a 130 civiles y 68 heridos; o los ataques ordenados por el general McCaffrey contra unidades militares y vehículos civiles tras el alto el fuego, además del asesinato de prisioneros iraquíes. Pero el ataque contra el refugio de al-Amiriya -un barrio de la periferia de Bagdad- puede ser considerado el símbolo de aquella guerra que combinó la sofisticación tecnológica de la maquinaria militar más moderna con la brutalidad más inhumana de las conquistas coloniales del pasado.
En la noche del 13 de febrero de 1991, la fuerza aérea de EEUU lanzó dos misiles contra el refugio de al-Amiriya. Era el vigésimo octavo día de la guerra, de la que aún restaban otros 16 hasta el alto el fuego. En el ataque murieron 403 personas, de ellas 142 menores de diez años. El refugio albergaba cada noche a familias iraquíes del barrio, pero también a otras jordanas, sirias y egipcias, las cuales, en aquel frío invierno de la guerra, más que la protección contra los bombardeos aliados, buscaban en los refugios calor, luz y agua potable en un ciudad sin suministros desde hacía casi un mes. Un primer misil perforante abrió un agujero en el techo por el único punto vulnerable de la construcción, su instalación de ventilación, cuya ubicación exacta fue proporcionada a la aviación estadounidense por la empresa finlandesa que había construido el refugio años atrás. Apenas unos minutos después, un segundo misil penetró por el boquete abierto por el primero, produciendo una bola de fuego de 4.000 grados que abrasó a sus ocupantes, de muchos de los cuales tan solo quedaría -como en Hiroshima y Nagasaki- su silueta grabada por el calor en techos y paredes.EE.UU. justificó el ataque aduciendo que el refugio albergaba un centro de comunicaciones militar, una falsedad que la prensa internacional desmintió categóricamente. El Pentágono finalmente reconoció que se había tratado de un error. Sin embargo, el ataque fue premeditado. El primer misil se construyó ex profeso para el objetivo. Bagdad era una ciudad abierta, abandonada entonces por la mayoría de sus habitantes, que habían buscado seguridad en el campo y otras ciudades. El objetivo del ataque era aterrorizar a la población civil, provocando un sentimiento de vulnerabilidad que facilitara una rendición absoluta.POR todo ello, a fin de que el recuerdo de las víctimas del pueblo iraquí y de los crímenes cometidos contra éste perdure en la memoria y en la conciencia de la comunidad internacional, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe CSCA ha asumido el compromiso de promover la creación en Madrid de un centro que recibirá el nombre de Centro de Documentación e Iniciativas Internacionales al-Amiriya en recuerdo de las víctimas del refugio de Bagdad bombardeado el 13 de febrero de 1991, símbolo de las agresiones sufridas por el conjunto del pueblo iraquí en estos años.EL Centro al-Amiriya recopilará información y promoverá iniciativas sociales y legales internacionales en relación a los delitos de Genocidio, Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad cometidos por responsables de EEUU y sus países aliados contra el pueblo de Iraq, tanto de aquellos derivados de las agresiones militares de 1991 y posteriores, como de las sanciones económicas aplicadas desde agosto de 1990 contra el país, tomando para ello como base el Acta de Acusación elaborada por Ramsey Clark para el Tribunal Internacional organizado por la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq en Madrid los días 16 y 17 de noviembre de 1996, así como su Veredicto Final condenatorio.ASIMISMO, el Centro al-Amiriya desarrollará o colaborará con iniciativas similares, sociales o judiciales, de denuncia de actos criminales cometidos por EEUU contra otros pueblos, animando la recuperación del espíritu que inspiró la creación del Tribunal Russell, el Tribunal Permanente de los Pueblos y el Tribunal Antiimperialista de Nuestra América, los procesos contra la OTAN por su agresión contra Yugoslavia de 1999, así como las demandas por agresión militar, sabotajes y embargo de Nicaragua (1984) y Cuba (1999) contra EEUU, o la más reciente presentada en Bélgica contra Ariel Sharon por las matanzas de Sabra y Chatila de 1982.EL CSCA propone al resto de organizaciones del Estado español que participan en la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq que asuman y apoyen en el marco de la mencionada Campaña esta iniciativa.EL CSCA hace un llamamiento a la participación de organizaciones y personalidades de todo el mundo -muy especialmente de aquéllas vinculadas con el ejercicio del Derecho- en esta iniciativa solidaria, a fin de que sus objetivos puedan alcanzarse con eficacia, en un esfuerzo común con el que rindamos homenaje al pueblo iraquí por su capacidad de resistir con dignidad ante tan adversa e injusta situación, y contribuyamos a un futuro de prosperidad y plena soberanía para sus generaciones venideras.Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
mantenido por:
Lorenzo Peña
eroj@eroj.org
Director de ESPAÑA ROJA