¡No digáis que, agotado su tesoro
De asuntos falta, enmudeció la lira!
Podrá no haber poetas; pero siempre
¡Habrá poesía!
Mientras las ondas de la luz al beso
Palpiten encendidas;
Mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
Mientras el aire en su regazo lleve
Perfumes y armonías,
Mientras haya en el mundo primavera,
¡Habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
Las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
Que al cálculo resista;
Mientras la humanidad siempre avanzando,
No sepa a dó camina;
Mientras haya un misterio para el hombre,
¡Habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
Sin que los labios rían;
Mientras se llora sin que el llanto acuda
A nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza
Batallando prosiga;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!
¡Lástima que el amor un diccionario
No tenga dónde hallar
Cuándo el orgullo es simplemente orgullo
Y cuándo es dignidad!
Los suspiros son aire, y van al aire,
Las lágrimas son agua, y van al mar.
¡Dime, mujer! Cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
Tu hermosura y mi dicha al contemplar,
Aquellas que aprendieron nuestros nombres,
Ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
De tu jardín las tapias a escalar,
Y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
Sus flores abrirán;
Pero aquellas cuajadas de rocío,
Cuyas gotas mirábamos temblar
Y caer como lágrimas del día...
Ésas...¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
Las palabras ardientes a sonar;
Tu corazón de su profundo sueño
Tal vez despertará;
Pero, mudo y absorto y de rodillas,
Como se adora a Dios ante su altar,
Como yo te he querido..., ¡desengáñate:
Así no te querrán!