El europeísmo del régimen de Franco

Formado como militar de una guerra colonialista contra la pobre gente del Norte de Marruecos, Franco siempre se consideró un abanderado de Europa, y su civilización, contra el África salvaje (manteniéndose tal visión aun cuando empleó a cientos de miles de mercenarios «regulares» de esa misma África supuestamente salvaje contra su propio pueblo, al haberse salido éste de madre, deseuropeizándose, yendo a remolque del asiatismo ruso-judaico que encarnaba Stalin).

Admirador de Alemania e Inglaterra --las potencias blancas dominadoras y viriles del Norte, que no habían titubeado en aplastar y machacar sin escrúpulos a los parias de tez oscura--, Franco distaba de ser un nacionalista hispano que anhelara revancha contra las humillaciones históricamente recibidas por España de los países del Norte, o como ahora se dice «de nuestro entorno». Sólo añoraba --igual que Mussolini-- un puesto bajo el sol para una España oligárquica, pero siempre --a tenor de su realismo y sentido práctico-- bajo la órbita germánica, ya fuera la de Alemania, ya fuera la de los anglosajones.

Naturalmente eran sentimientos y actitudes de toda la oligarquía española; desde el siglo XVIII, pero sobre todo desde 1898, ningún sector de esa oligarquía fue nunca patriótico.

Así, leemos en el Discurso del Caudillo en Zaragoza del 1º de octubre de 1937, primer aniversario de la exaltación del Generalísimo a la Jefatura del Estado: `Es lucha en defensa de Europa' (Aldo Garosci, Los intelectuales y la guerra de España --Trad. G. Guijarro, Madrid: Júcar, 1981, p. 200.)

Arriba en su editorial del 17-05-1941 decía que había que luchar por `la unidad de Europa en un orden nuevo'. Un mes después, habiendo lanzado la Alemania hitleriana su agresión contra la URSS, Arriba volvía a la carga de su paneuropeísmo: «Guerra por la causa de Europa» era el título de su editorial del 24-06-1941 (dos días después del ataque). El mismo día, manifestaba Serrano Súñer --el «Cuñadísimo» y brazo derecho de Franco--: `El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa'.

El 25 de noviembre de ese mismo año firma Serrano Súñer, en nombre de la España de Franco, la ratificación, en Berlín, del Pacto Antikominterm, con Alemania, Italia, Hungría, Japón y Manchuria. Declara: `La bandera de la unidad moral de Europa ha sido levantada con decisión por Alemania y su Führer'. (Datos tomados del libro de Ramiro Borja y Borja, El régimen interno de España y su actitud en lo internacional.)

El 29-08-1941 el mismo Arriba titula su editorial «Los enemigos de Europa», viendo en los patriotas franceses que luchan contra la dictadura de Pétain «la eterna mano criminal del comunismo». El periódico falangista llama a la unidad europea y al rechazo de todo lo extraeuropeo. Las hazañas de la División Azul combatiendo por Hitler contra Rusia son ensalzadas como proezas de la superior civilización europea contra lo asiático. Es una cruzada por la civilización y la unidad de Europa. (V. Matthieu Séghéla, Pétain-Franco: les secrets d'une alliance, París. Albin Michel, 1992, pp. 230-1.)

Fue un corolario de ese paneuropeísmo suyo de toda la vida el que Franco pidiera a la recién constituida Comunidad Europea en febrero de 1962 la apertura de negociaciones para llegar a una `vinculación de España a la Comunidad Europea'. De momento el régimen de Franco olía demasiado mal; así que en Bruselas hicieron oídos sordos. Pero poco después, en junio de 1967 (el régimen de Franco era el mismo régimen totalitario de siempre, mas corrían los agitados años 60 y había que unirse contra el comunismo asiático y el díscolo tercer mundo), el Consejo de Ministros de la CEE aprobó un mandato para negociar un acuerdo preferencial con la España de Franco, acuerdo que se firmaría el 29-06-1970. Paso decisivo hacia el ingreso de España en el Mercado Común Europeo en 1986.